viernes, 30 de julio de 2010

Por fin dejaran de torturar toros



ESPAÑA

Cataluña apuntilla la fiesta nacional

El Parlament aprueba por 63 votos a favor y 55 en contra prohibir las corridas de toros

29.07.10 - 01:29 - CRISTIAN REINO
BARCELONA.

La amenaza se cumplió. Poco antes de las doce del mediodía de ayer, el independentista Ernest Benach, presidente del Parlament, anunció que las corridas de toros quedaban prohibidas en Cataluña a partir del 1 de enero de 2012. Tres centenares de periodistas nacionales y extranjeros transmitieron al mundo cómo en el palco de la cámara estallaron los nervios contenidos de las dos sensibilidades enfrentadas. «Hoy el mundo es un poco mejor», dijeron los miembros de la plataforma animalista Prou!, promotores de la proscripción, mientras celebraban la decisión con la misma euforia que una Liga del Barça. Abrazos, gritos de alegría y lágrimas que contrastaron con la imagen de Serafín Marín, el único torero catalán en el escalafón, que se echó las manos a la cabeza mientras la escondía entre las rodillas para disimular el llanto. Luis Corrales, de la Federación catalana de entidades taurinas, trató de consolarle sin éxito.

Los toros quedarán prohibidos en Cataluña veintiún años después que en Canarias, la primera comunidad autónoma española en vetar en su territorio la fiesta nacional y cien años después de la inauguración de la plaza Monumental de Barcelona, el único coso catalán que programa festejos taurinos hoy en día. Sólo sobrevivirán los toros embolados. Es un tema catalán, pero su trascendencia y la carga simbólica de todo lo taurino lo convirtieron de inmediato en el principal asunto de debate en todo el país y en una fuente de indignación en otras comunidades autónomas.

No hubo sorpresas y la votación discurrió más o menos como se esperaba. CiU y PSC habían dado libertad de sufragio a sus diputados y los nacionalistas, que se decantaron de forma mayoría por la prohibición, aportaron a independentistas e izquierda los votos clave para conseguirlo. Los apoyos a la prohibición fueron 68 (32 de CiU, 21 de ERC, 12 de ICV y 3 del PSC), frente a los 55 diputados que se mostraron contrarios a la abolición (31 del PSC, 14 del PP, 7 de CiU y 3 de Ciutadans). Otros nueve (6 de CiU y 3 del PSC), se abstuvieron. Dos parlamentarios no votaron y uno se ausentó.

CiU justificó su voto como un paso adelante para cambiar la tradición. «Hoy, esta nación será más próspera y digna», dijo el nacionalista Josep Rull. David Pérez, del PSC, fundamentó su postura en la defensa de la libertad. «Prohibir no está en nuestra tradición ni en nuestra cultura, se trata de tolerancia y respeto», afirmó. La votación fue la culminación de un prolongado debate, que arrancó en 2008, y en el que se ha discutido de tradición, historia, respeto por los animales y también de sentimientos identitarios, muy crispados en las últimas semanas a raíz de la sentencia del Tribunal Constitucional que tumbó 14 artículos del 'Estatut' catalán

Aunque desde la plataforma que ha impulsado la iniciativa legislativa popular, mediante la recogida de más de 180.000 firmas, hablaron de que el 28 de julio será un día histórico para el movimiento animalista, aún existe una lejana posibilidad de que la votación del Parlament no llegue a aplicarse. Lo anunció la presidenta del PP en Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, que avanzó que su partido se propone dejar sin efecto en Las Cortes la prohibición, declarando por ley que las corridas de toros sean «fiesta de interés cultural general», de forma que las comunidades autónomas «no tengan capacidad para abolir» este tipo de festejos.

Esta posibilidad, descartada por Mas («este tema es de estricta competencia de Cataluña», dijo), provocaría un nuevo choque de legitimidades, similar al del 'Estatut'.

«Aquí no hay lucha de identidades, no hay un combate entre Cataluña y España», expresó, no obstante, Artus Mas. «Los que quieren que aumente la brecha entre Cataluña y España usarán el argumento de los toros, pero no es nuestro caso», añadió. «Lo que aleja Cataluña del resto de España es que el Constitucional no acepte la voluntad del pueblo catalán expresada en el Parlament y luego en referéndum», afirmó.

Una batalla

El presidente José Montilla también hizo un llamamiento a que el resultado del sufragio no se interprete en clave de batalla entre ambas sociedades. «Lamento la pretensión de los que querían fijar este debate como un termómetro de la situación de las relaciones entre Cataluña y España», señaló. «La prohibición permite construir una Cataluña mejor para las generaciones futuras, no es una victoria del catalanismo», remató Mas. En cualquier caso y a pesar de las declaraciones de unos y otros tratando de desligar el tema de los toros con el debate sobre el 'Estatut', ambos podrían acabar igual: en el Constitucional. «Recurriremos la ley ante el Tribunal Constitucional. Veremos cómo lo planteamos, porque hay cuatro entidades que pueden hacerlo, pero lo que está claro es que la lucha continúa y aquí no se acaba nada», afirmó Corrales.

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